Nació en 1819, hijo de José Antonio Imwinkelried y Catalina Lagger, una familia de agricultores de Glis, pueblo contiguo a Brig, en el cantón
Valés. Aproximadamente en 1848 se unió en matrimonio con Crescencia Amherdt, hija de Francisco Amherdt y María Ignacia Borter, de la misma localidad. En 1863,
influido por las cartas que desde la colonia San Jerónimo le escribieran sus amigos Bartolomé Blatter y Domingo Zumofen, decidió emigrar hacia allá junto con su familia.
Aconteció empero que ya casi a punto de partir fuese querellado el guía organizador de la expedición, Lorenzo Bodenmann, por una
agencia de emigración de El Havre. Hallábase rigurosamente reglamentado en Suiza el tráfico de las agencias de emigración al efecto de evitar todo género de atropellos contra los numerosos
ciudadanos suizos que en esa época emigraban a distintas partes del mundo. Haciendo hincapié en tales prescripciones, el representante de la empresa de emigración de Juan Barbe lo demandó a Bodenmann
por ilegal ejercicio de la profesión de agente de emigración, por cuanto ni se encontraba facultado para ello ni había cumplido con los recaudos pertinentes.
Los efectos se vieron de inmediato. Un grupo de doce padres de familia, de los comprometidos a emprender viaje con Bodenmann, fueron citados a declarar
en una información sumarial instruida en la Prefectura de Brig. Encontrábase entre ellos Juan josé Imwinkelried, quien como todo el resto de los convocados, defendió con firmeza la absoluta inocencia
de su jefe. Rescatemos una de sus frases más aplomadas: “Como un suizo libre que soy, me asiste el derecho de emigrar!”. En definitiva, las declaraciones de aquel grupo de valesanos fueron suficientemente
esclarecedoras para disipar las dudas sobre la honorabilidad de Bodemann, por lo que la expedición pudo partir sin nuevos trámites rumbo a la República Argentina.
En los primeros años de existencia de la colonia San Jerónimo a los inmigrantes se les asignaba con carácter gratuito una concesión
de terreno de 33 ha. Pero Juan José Imwinkelried, basándose en el número de hijos, solicitó al año siguiente de su instalación en la colonia, un segundo lote de terreno de idénticas
dimensiones. Solicitud que es avalada por el Juez de Paz Bernardo Risse no sólo por el motivo mencionado, sino también por la “buena conducta de toda la familia”.
El despacho favorable dado al expediente debió de haber complacido grandemente a esa honrada familia valesana. Desafortunadamente cuando algunos
años después, en los lúgubres meses de enero y febrero de 1868, sobrevino la temible epidemia de cólera, figuró en la larga lista de sus víctimas fatales el nombre de Juan José
Imwinkelried. Pero para buena ventura del grupo familiar, Juan, el hijo mayor, se hallaba a la altura de aquellas circunstancias, asumiendo con decisión y competencia la administración de sus bienes, los que
no sólo logró conservar íntegramente, sino acrecentarlos en forma tal que la situación económica de la familia Imwinkelried llegó a situarse en el nivel de las más destacadas
de la colonia.
Hijos:
1. Juan (Nacio en 1849 Glis, en 1883 se casó con Catalina Clausen)
2. Crescencia (Nacio en 1850 Glis, en 1872 con Elías Albrecht)
3. Luisa (Nacio en 1853 Glis, en 1874 con el médico José Amacker)
4. Daniel (Nacio en 1855 Glis, en 1896 con Josefina Steiner)
5. Mauricio (Nacio en 1855 Glis)
6. Luis (Nacio en 1864 SJN, en 1892 con Matilde Ruff)
7. Fridolin (Nacio en 1866 SJN, en 1886 con Josefa Walter)
8. Juan Ignacio (Nacio en 1868 SJN)
9. José (Nacio en 1869 SJN, en
1891 con Carolina Melania Welschen)
(Extraido del libro "Las familias de San Jerónimo Norte" de Gabriel Oggier)
